Parejas Abominables

noviembre 25, 2014


En todos lados se cuecen habas y la basura televisada es una tendencia mundial que parece no haber tocado fondo. Exactamente no sabríamos establecer las diferencias entre Honey Boo Boo y Amor Amor Amor, claro, uno es un reality y el otro un gossip show pero ambos escarban en las miseras de la ignorancia y la estupidez humana, para arrancarnos una sonrisa o apelar a nuestro morbo más primario. Personalmente creo que escandalizarse por lo que cunde en la TV es tarea ociosa e inútil, además es cierto: el control remoto está en nuestras manos y en ninguna otra, así que si alguno tiene poca tolerancia a la caca o mucho aguante, dependerá individualmente en qué momento hace zap.

Sin embargo habitan en la fauna televisada local, representantes indescriptibles de la más baja naturaleza. Tal como nos sorprendimos en nuestro artículo Parejas Inexplicables (en las que al menos uno de sus miembros nos parecía rescatable), existen también duplas que parecen haber sido unidas en los desagües más vomitivos, digamos, un par de crápulas que se juntaron por las más enfermizas razones y no solamente ello, ¡se siguen juntando! unos tras otros en círculos de mierda rayanos en lo inverosímil. Es por ello que nuestra lista no la conforman parejas sino trilogías, empatadas unos a otros en una cadena temporal desgraciada, resultará — como podrán apreciar— en la misma mierda. Aquí la corta relación de lo peor de lo peor. Trate de contener la arcada.

Una acotación importante: todas esas trilogías emparentadas han cometido en algún momento la imperdonable ignominia de procrear entre ellos. ¡Que tiren! ¡Que follen con todos, contigo, conmigo! ¡Pero por qué traer niños a este mundo con la impronta de su ADN! ¡Qué culpa tienen los chicos de prodigarse padres de estas calañas! No lo sabemos. En cualquier corte de algún país civilizado dichas criaturas pasarían inmediatamente al cuidado del estado. Aquí eso no ocurre sólo por una razón: el estado es peor que ellos.


#1 Angie > Jean Paul > Romina


Fuente: ernestogerardo.com
De Angie Jibaja siempre hemos dicho que es la "Broncano" del modelaje nacional. Pudo ser una gran modelo y tuvo todo para ello, pero eligió estamparse el cuerpo de tatuajes, saltar de pelotero en pelotero, abusar de drogas legales e ilegales y utilizar su única neurona para evolucionar de groupie (del Menudo de los 90) a bataclana de medio pelo, teniendo la mostración del culo como único modo de vida. Luego de una azarosa y promiscua existencia, no tuvo mejor idea que adornarse de un Don Nadie como Jean Paul Santa María, un figuretti patológico que podría vender a sus progenitores por el afán de fama, un tipejo bastante menor que ella que fue capaz de desfigurarse el rostro en pro de sus ínfulas de éxito. Como es razonable, el joyón multiadicto no dudó en meter combo, hacer escándalo y preñar varias veces a la Jibaja, concluyendo todo —como era lógico y predecible— en una separación vergonzosa en la que se acusaban de putos hasta la renuncia pública de paternidad por parte de Santa María. Como si esto fuera poco, casi instantáneamente una uruguaya con cara de pelotuda entró al juego, proclamando amor eterno a Jean Paul. Pregunto: quién es más patético, los dos personajes anteriores que básicamente son la misma cosa o una tercera que a sabiendas de todo lo expuesto decide involucrar su vida con una de esas amebas. Qué traumas infantiles gobernarán la vida Romina Gachoy para haberse enrollado con un gusano de esa clase de chiquero. La niña, que pagaba con el culo lo que debía con la cara, sostuvo un largo romance con el patológico Santa María y al final —lógico y predecible— terminaron rompiendo palitos. Sin embargo, hay que felicitar a Romina por no haberse embarazado de JP. Eso hubiera sido, sin duda alguna, demasiado para cualquier estómago. Gracias, Dios.


#2 Lucía > Luisito > Rubí Loo


Fuente: trome.pe
Lucía de La Cruz fue alguna vez una gran cantante que en los 90 decidió hacer de su vida un circo, abusar de varias drogas hasta convertirse en la sombra de la formidable artista que alguna vez fue. Ha amadrinado a través de relaciones armadas para la pantalla, a sendos jóvenes ropavejeros quienes luego de obtener sus 15 minutos de fama volaron por cuenta propia hasta estrellarse. Uno de esos últimos fue el lumpenesco Luisito Caycho, pandillero de bajos fondos que al menos tiene el dudoso mérito de mostrarse como tal: un matón, pistolero de arrabal cuya única motivación en esta vida es tentar la fama a través de cualquier medio y a costa de todo. Digamos que al menos no vende humo (se lo fuma, tal vez) pero no oculta su origen delincuencial. Allá él. Luego de un escandalete miserable al haberse casado con Lucía, se une a la película otra tía que hasta ese momento pasaba de decente: la "doctora" Rubí Loo. Y aquí otra observación: se suponía, se entendía, que dicha doctorcita era una persona medianamente educada, empresaria, esposa además del conocido Dr. César Olaya con quien había procreado un par de críos. Parecía, por lo tanto, una persona en sus cabales. Pero vaya a saber a través de qué patologías y malas artes, la "doctora" deja todo de la noche a la mañana para embarcarse en una relación con Caycho y luego de un tiempo cometer la ignominia de ¡procrear con él! ¡Qué culpa tendrá esa criatura! Todos sabemos cómo acabará esa historia pero causa curiosidad y extrañeza ver cómo una persona conduce su destino hacia el precipicio. ¿Será que ello evidencia que su unión con Olaya fue siempre interesada y que, apenas empoderada, se largó con el primero que le calentó la olla? Inexplicable, realmente. Luisito, por supuesto, ha seguido en lo suyo: el escándalo barato, las malas artes para subsistir y una vida sumida en los zócalos de la existencia. Si los ve, cambie de canal.


#3 Susy > Andy > Lourdes


Sobre Susy Díaz hay muy poco que decir, tal vez reconocer que es la madre de todos los pollitos y la fundadora de la farándula de carretilla que se instaló en los 90 en el Perú. Probablemente con ella se inicie la deformación del término "vedette" que pasa de denominar a una corista con manejo escénico y de varios talentos a una bataclana que sólo tiene que agacharse para mostrar el culo y cobrar su cheque. Ha amadrinado también (y tal vez ella es también fundadora de la fórmula) a muchos pájaros fruteros transformándolos en estrellas del instante sin pena ni gloria. Uno de estos últimos fue otro delicuente común, el autodenominado "Andy V", un tipejo sin talento conocido cuyo arribismo es más grande que su matonería y casi tanto como su ignorancia. Precisamente, su condición de jumento explique y hasta justifique su errático proceder, y hay que reconocer que tampoco lo oculta, sólo la disfraza a través de una verborrea vacua que es tan chistosa como patética. Hasta ahí todo bien, digamos, tal para cual. Es la intromisión de la tercera en escena lo que hace de esta trilogía algo abominable: la reportera Lourdes Sacín exclama que se ha enamorado de él. Nuevamente, sorprende que Lourdes —al margen de su fealdad física— educada y graduada en las aulas de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Lima, una profesional solvente intelectualmente —al menos en apariencia—, haya decidido virar su destino y covertirlo en parte de la biografía pútrida de Andy V. Simplemente no se puede creer. ¿Se imaginan a sus padres exclamando: ¡para eso pagamos cinco años en La de Lima!? No solamente la decisión de involucrarse con un cucaracho como ese o formar parte de su círculo mediato de escandaletes sino, ¡el haber procreado con dicho sujeto!; justifica un análisis exhaustivo por parte de cualquier psicólogo o psiquiatra. El asunto merece una tesis de maestría para explicar qué profundos vacíos existenciales, inseguridades y falta de amor propio podrían justificar que una profesionista establecida cambie su vida a satélite de un ídolo de caca. Simplemente impresionante. Los detalles ni mencionarlos porque cada cosa es más vil que la otra. Sólo diremos que todo ello debe ser síntoma de que esta sociedad está mal, muy mal.


Estas son sólo tres simples muestras de lo que pulula en la TV nacional. Tal vez lo que pueda leerse entre líneas es que las relaciones románticas o el "amor" tal como lo conocemos se encuentra en crisis. Ya no existe mediación de valores para que dos personas se apareen, al menos así parece, o peor aún, todo lo que toca la televisión se convierte en mierda automáticamante, incluso la familia. Particularmente castraría químicamente a cada uno de los mencionados para que no puedan reproducirse nunca más, pero es una ambición totalitarista que hoy por hoy sería tildada de "políticamente incorrecta". La televisión no. Esa está bien (y es correcta).

—Javier Llasol

2 comentarios:

  1. Porque los medios de comunicacion le dan tanta camara e importancia a este tipo de personajes lumpenescos y de baja estofa??? Es cierto que la television esta para supuestamente entretener y no tiene la obligacion ni el deber de educar ya que para eso existen otras instituciones, pero eso no quiere decir que dia a dia y bajo ese mismo pretexto de querer entretener embilesca a las personas que no tienen la opcion de elegir sea porque no tienen una señal de cable o porque no hay nada bueno que ver en la señal abierta que tienen que soplarse a la hora del almuerzo a escorias excrementales como estos elementos llamados Jean Paul Santa Maria, Luis Caycho y Andy V... omito.
    De las sras. y srtas. prefiero no hacer ningun tipo de comentario y mas bien hacerle un llamado a la familia de Lourdes Sacín para que de una vez y por su salud mental la declaren como interdicta y reciba ayuda profesional.
    Y que no salga despues el conductor de ese programa en el cual le dan cabida a estas m... impresentables y al que no le gusta que lo critiquen en su sacrificada labor de "entretener" a los televidentes que lo ven porque no tienen otra opcion a repetirnos la misma y cansona frase cliche de: "Si no te gusta cambia de canal... " que ya esta bastante usada y desgastada.

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    1. ¡Gracias Luis Alberto por el jocoso comentario!
      ¡Estás muy informado!

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