Lucho Quequezana: El Imbécil #171

junio 20, 2014


Tal vez parezca cruel, injusto o inexplicable incluir a Lucho Quequezana en nuestro escaparate de imbéciles y en efecto, meterlo en el mismo saco con impresentables como Mathías Brivio, es una maldad. Aclararemos que la explicación de que haya calificado como uno de nuestros imbéciles se debe única y exclusivamente a dos razones. Dos simples razones pero que opacan su bonhomía y nos caga el buen concepto que suele brindar. Todo parte, por supuesto, de su exposición televisiva en el programa de PlusTv "Prueba de Sonido" en el cual hace gala de sus dotes de músico, pero también de otras cosas.

Alberto Fuguet escribió: "Detesto la gente llena de vida"(1).

Razón #1: ¡JA-JAAA!

No está mal ser un estusiasta, un tipo que ve la vida de colores o que rescata lo positivo de la peor cagada que le pueda suceder en la vida. No sé si los peruanos seamos unos deprimidos crónicos —en nuestra opinión creemos que sí—  pero no es necesario, ni aquí ni en la China, que alguien te enrostre su felicidad todo el tiempo. Fingida o no, el buen Luchito rebosa de buen humor, siempre tiene la risa a flor de piel y la manifiesta en carcajada —literalmente— a propósito de cualquier cojudez: ¡Ja-jaaa! Muchas veces llega a parecer que se ha fumado un wiro antes de salir al aire, pero es imposible pensar eso de Luchito porque, como deben adivinar, el tipo es el ser humano más políticamente correcto del universo, es decir: no fuma, no bebe, no trasnocha (sólo para trabajar), no consume drogas, no bota basura en las calles, no contamina el medio ambiente, no desperdicia energía eléctrica ni el agua potable; es decir, ¡Ja-jaaa! ¡Vive feliz de la vida! Mismo huevón alegre que va silbando por las avenidas y difundiendo la música peruana hasta en el último rincón de la tierra. Le va bien cuando su entusiasmo se reduce al ámbito musical pero el manifestarlo en permanente actitud positiva (mismo Hermanón) puede a veces acojonarlo a uno y pensar: "¿De qué se ríe tanto este estúpido?". No lo apuntamos de mala onda (aunque parezca que sí) sino que creemos que menos entusiasmo y más enfoque en lo que sabe hacer sin tener que soltar su ¡Ja-jaaa! de igual manera cuando le encargan una graaan proyecto con la Sinfónica Nacional o cuando se tropieza con un espontáneo músico callejero, le vendría mejor ya que tanta alegría nos resulta demasiado para digerir. No es que uno pare amargado todo el tiempo tampoco, pero cuando se observa a un tipo que todo lo ve a full color y levanta el pulgar para cualquier nimiedad, sinceramente, dan ganas de darle una patada en el culo.



Razón #2: ¡TAN FÁCIL!

La cultura del "hágalo usted mismo" de fue al diablo en los 80. Ya no entusiasma armar estanterías o modelos de avioncitos para sentirse un poquito más que el homo habilis. Ahora pagamos 20 lucas extra para que venga un tipo con sus herramientas y nos arme lo que compremos. Ya sabemos que Lucho Quequezana es talentado, que a los 11 años tocaba 25 instrumentos y que a los 13 ya componía sus primeras fechorí... perdón, melodías musicales; pero otra vez: ¡Nos lo tiene que enrrostrar! Sabemos además que ha tenido más éxito que la salchipapa, y que ha ganado premios del Conacine, la Unesco y poquito faltaba para que la Otán también lo premie. Que "tuvo un sueño" desde niño el cual "a punta de esfuerzo" se le fue haciendo realidad y que pudo llevar la música peruana por los confines de la tierra. Ya. Ya sabemos que tuvo una visión desde muy joven que supo concretar exitosamente y que es "un ejemplo para la juventud peruana". Ya, ya sabemos, ya. Así que está de más cuando se echa al cuerpo ocho instrumentos y los toca todos al mismo tiempo componiendo una melodía instantánea echando mano de su geniecillo musical. Créenos, Lucho, no es necesario que a los simples mortales que disfrutamos de la música pero que no tocamos ni la puerta, nos abofetees con tu talentazo y que además lo hagas cagándote de risa y con la actitud cachacienta de: "Está fácil tocar esta huevada". Te va mucho mejor cuando compartes descubrimientos o propones experimentar con ciertos ritmos, o mejor, cuando haces pedagogía y explicas algunos conceptos o técnicas. No es necesario que te pongas pulpo y tomes un instrumento con cada una de tus extremidades y orificios y los hagas sonar armónicamente. Andá.

Estas son nuestras dos razones por las que creemos peca de imbécil. Sin embargo, vale la pena soplarse su programa si ignoramos esos detalles porque, de todas maneras, es un aporte a la "cultura nacional". Es probable que a través de una actitud más reflexiva y menos jocosa, a rebajar su histrionismo en favor de los invitados, a editar su risita cojuda que al parecer no puede evitar, y sobre todo, a parecer más humano, más falible, más real; haga que prestemos mayor atención y aprovechemos mejor lo que nos quiere transmitir. Nosotros también amamos a los buenos músicos pero a los de carne y hueso, y que no tenían miedo a presentarse como tales: neuróticos (Bach), irresponsables (Mozart), conflictuados (Morrison), adictos (Hendrix), arrechos (Richards), ególatras (Madonna), racistas (Wagner), orates (García) y un largo etcétera. Todo esto, claro está, en buena onda, Luchito Quequezana.

—Javier Llasol

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1. http://www.soho.com.co/opinion/articulo/las-peliculas-de-las-que-me-sali/729

17 comentarios:

  1. Tienes toda la razón, es un imbécil total...

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  2. a mi lo que me jode es que quiere ser el gastoncito de la musica.....con el mismo floraso ese buena gente, ese floraso que no queda mal con nadie, ese floripondio de q todo lo hace por el Peru pero a eso se adicionan mas risas cojudonas...o sea un gaston mas pavilo y en otro rubro....

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  3. Ya voy leyendo varias de tus columnas, y creo que tú, Javier Llasol, eres el que peca de imbécil total.
    Adios.
    N

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    1. Gracias por el comentario. Llasol tiene su estilo y por eso lo convocamos. Un secreto, a veces lo que quiere decir está oculto. Trata de leer entre líneas.

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  4. Ya lei dos articulos tuyos, y al parecer que la envidia te corroe en tus venas. Bueno ya lograste tu objetivo de llamar la atención. Ahora dedicate a trabajar en otra cosa. Ahi esta vende "la envidia peruana" al mundo, asi como Gaston vende la comida peruana.

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  5. gracias por tus comentarios ,pensaba que era el unico "huevon" que de solo ver a este personaje me enroncho y cambio de canal, tal vez si le bajara un poco..mmmmmmmmffff , podra?

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  6. Quien es JAVIER LLASOL???? lo busque en el google y no existe. Existe???

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    1. ¡Cómo que no! Acabamos de hacerlo y aparecen varios de sus artículos en otras publicaciones. ¡Nos asustaste! Nos hiciste creer que teníamos a un impostor en nuestras filas.

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  7. Al parecer mencionas más cosas positivas que negativas, pero tambien algunas inexactitudes como eso de que "a los 11 años tocaba 25 instrumentos", creo que a esa edad recien empezo a tocar la zampoña y seguramente los siguientes años fue aprendiendo otros. Voy a suponer que lo haces para llamar la atención, pues seguramente antes de escribir te habras sabido informar, ¿no?

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    1. Más que a datos exactos el artículo de Llasol versa sobre dos cosas puntuales. Y en efecto, reconoce méritos en el Queque.

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  8. Resido en California mas desde 1980, y despues de muchos lustros escucho la musica de un compositor y musico peruano del nivel de Luis Queuqezana y caray dije que buen logro, belleza y a celebrar se ha dicho. Pero.... siempre hay un pero no? Al lleer la opinion en esta columna me recuerda un dicho comun entre gente peruana en el extramjero: " el peor enemigo de un peruano es otro peruano". Que pena, me da mucha pena. Pero al igual que Luis Quequezana a quien felicito y admiro muchisimo es mejor responder con una sonrisa o una risita cachosa 'jajaja' de leer aritculos de pacotilla como este. Superense amigos difunfan, celebren y festejen lo bueno. Si tienen que decir alguna critica constructiva acerquense a las orejas de Lucho y mencionenlo en persona. Lo positivo se dice en publico, lo negativo se dice en privado. Regla basica de armonia y convicencia.

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    1. Gracias por el comentario. Hace falta un poco de sentido del humor. El artículo está escrito en modo sardónico, en ningún momento se deja de reconocer los méritos de Quequezana pero se hace mella jocosa de su estilo de conducción en su programa por cable. Las vacas sagradas nunca fueron buenas.

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  9. Curioso comentario del anónimo residente en California. Dos cosas destacan en él: la mala redacción y la contradiición flagrante: sostiene que "lo negativo se dice en privado" y enuncia tal idea por este medio. Vaya meta-crítica.

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