El Sereno Candor de Mónica Prialé
Se me complica un poco hablar de Mónica Prialé, ella me genera sentimientos encontrados, tal vez por lo pituquilla que se muestra, tal vez porque la siento inalcanzable, icónica, fuera de mi liga. Cuando la vi por primera vez en su programa "Interiores" (Plus Tv) inmediatamente me causó rechazo: "Otra fresita hablando de diseño interior", pensé. Pero luego de oírla, de ver sus mohínes, su cálida manera de expresarse, su temperamento contenido que advierte un carácter fuerte, pero amable; en fin, caí rendido ante su belleza. Belleza imperfecta, por cierto, y por ello destacable, los ojos hundidos, la frente alta, el mentón prominente; todo ello la construye como un ser muy hermoso. Su menuda humanidad no puede más que causarme cariño, atracción, empatía, excitación.
Más allá quedan su elocuencia o la competencia que muestra en los temas que propone, sin mencionar sus dotes profesionales (que son evidentes). Debe ser que encaja perfectamente en el arquetipo femenino que me roba el sueño: mujeres pequeñas de gran temperamento. Luego me he enterado que es madre soltera, y que vive dedica a su pequeño hijo. Quién será el imbécil, pienso, que se separó de este partidazo: una mujer profesional, talentosa y delicadamente hermosa. Pobre huevón, sin duda. Y sin duda también queda que no podría tenerla como novia, es más, si pasara por su lado apuesto que quedaría desapercibido, nulo. No creo que todo mi intelecto alcance para sostener una realción con alguien acostumbrada a la vida que Mónica lleva, reducida en un circuito que mira más afuera que hacia adentro, que puede pisar un lugar como el que vivo pero sólo como turista, visitante u observadora, pero jamás como alguien que se siente parte de un país que definitivamente no es el suyo.
No quiero sonar clasista, pero sueno. Lo sé. Mónica me recuerda lo que no puedo tener y siempre he anhelado: una mujer oligarca que sólo se relaciona seriamente entre pares. Así es, anhelo lo que no puedo tener. Ella representa mis sueños frustrados, veo su programa sólo para escuchar su voz, para verla en cuclillas enfundada en sus jeans impecables, para desearla e imaginar tórridas escenas a su lado, para iluminarme con su blanca piel y pensar cómo sería esa piel al lado de mi piel, enredada, mezclada. Cosas que no puedo tener, sin duda. Puedo decir que adoro a Mónica Prialé, que me encantaría tomar un café con ella y aparentar inteligencia, y seguramente me quedaría mudo embobado por su belleza, por su timbre de voz y porque seguramente, cada cosa que diga no sería ni la décima parte interesante de lo que ella enuncie.
Yo simplemente recomiendo verla, escucharla, admirarla. No es una pituca cualquiera si escuchan bien tiene una carga social que es interesante, lejana, débil pero existente. No será del pueblo pero mira con cariño hacia él. No nos hará caso pero alguna vez, si nos cruzamos por su camino en alguna pista citadina, nos ceda el paso como peatones y nos haga un gesto amable de "pase". Y sólo quedará darle dos besos volados. Besos que jamás tocarán su mejilla.
—Fausto Dovogal
+Bonus:
Bella!
ResponderEliminarMuy buen post...; pero no te preocupes es tan mortal como cualquiera, si deseas puedes verla en el Wong del Ovalo Gutierrez... y hacerla esperar en la cola :)
ResponderEliminarIremos a buscarla, ¡definitivamente!
ResponderEliminarQué enfermo. Y no es madre soltera. ¡Infórmate!
ResponderEliminarLa verdad es que enfermos son todos los de la redacción de esta revista.
EliminarAdvertimos enojo y reclamo en el comentario. ¿No será de Mónica?
Como decía Chespirito: "Tómelo por el lado amable".
Tan cerca y tan lejos que solo queda imaginarla y desearla en universos oníricos...Anhelo de muchos, realidad de pocos...sé que tiene un niño que su mamá ayuda a cuidar ...nunca habla del padre del niño...En fin, a seguir disfrutándola en su programa (aunque la decoración solo sea un "paté de foie" en nuestras rutinarias vidas)...
ResponderEliminar¡Excelente comentario! Casi poético. Es lo que Mónica Prialé inspira. ¡Todo bien dicho y bien puesto!
EliminarExcelente comentario-confesión. Felicitaciones.
ResponderEliminar¡Qué lástima que Mónica no esté más en PlusTV!
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