Ya No Creo en Gastón Acurio

En las últimas Fiestas Patrias, un canal de televisión no tuvo mejor idea que poner a comentar el discurso presidencial a Gastón Acurio. Me pareció el colmo. Por supuesto, dichos comentarios no pasaban del lugar común, o burdas contrapreguntas ante cualquier observación crítica propuesta por los demás panelistas. Hace rato le ganaron a Gastón sus propias "pastillas para el emprendedor", la neutralidad y "positivismo" con los que debe opinar sobre cualquier cosa lo pasteurizaron irremediablemente. No puede perder un solo fan sino, procurar aumentar su rebaño de adscritos. ¿Era el mejor invitado para comentar el discurso presidencial? Claro que no. Tal como escribió Gustavo Faverón¹ hace unos años a propósito de la designación de Gastón ¡como jurado del concurso de cuentos de Caretas!: "Un país en el que un cocinero-empresario es permanentemente consultado sobre política, sobre economía, sobre producción, sobre nutrición, sobre educación y sobre artes, propuesto para la presidencia y mencionado como la voz oficial del sentido común, como si el hecho de haber separado las papas fritas de la carne en el lomo saltado lo volviera un nuevo Leonardo, un país en el que eso sucede, digo, es un país que ha perdido groseramente la perspectiva de las cosas". Totalmente de acuerdo.

Pero yo voy más allá que dicha observación. Creo que a estas alturas está clarísimo que el concepto Gastón no trata sobre peruanidad, puede estar revestido de ello y pudo tener dicho arranque hace ya muchos años, el concepto ahora es Corporación Acurio, y en un país tan urgido de héroes, próceres, gente de éxito de la cual sentirse orgullosa, esa realidad se hace obvia dando paso a un personaje indestructible al que se le busca opinión sobre absolutamente cualquier materia. ¿Debe pontificar Gastón sobre progreso y pobreza? Como decía Marco Aurelio Denegri sobre Vargas Llosa: "Ver a un tipo millonario, con departamentos en Madrid y Londres, opinando sobre la pobreza en el Perú, resulta totalmente risible". Escuchar a Gastón hablando del campesino y la miseria en el Perú cuando de un plumazo puede invertir 6 millones de dólares para restaurar la Casa Moreyra², ¿no es risible también? Por supuesto, no propongo acallar sus pareceres pero, ¿no sería mejor escuchar opiniones de investigadores y entendidos en el tema? ¿No sería mejor escuchar propuestas concretas y no pastillitas para el espíritu emprendedor?

Ya, ya. No faltará el que diga que por qué me meto con Gastón, por pura envidia, seguro, y que el enemigo de un peruano es otro peruano. ¡Nada que ver! Reconozco en Gastón todos los méritos para haberse convertido en uno de los empresarios más poderosos e influyentes del Perú (sino el más). Reconozco incluso la dudosa atribución de haber legitimado a la "cocina peruana", ya que al parecer antes de Gastón, no estaba legitimada. Igualito como cuando Vania Masías en su carrazo, al pie de la luz roja en alguna calle sanisidrina, vio a unos acróbatas ambulantes y ¡Oh!, tuvo una epifanía: "¡Ese Perú también existe!". Y los descubrió, los legitimó e hizo carrera de ello, se puso a hacer "patria" dejando de lado un contrato ya firmadito con Le Circ du Soleil. Mmmf, se me levanta la ceja derecha.

¿Pero acaso el espíritu de lucro es malo o negativo? ¡Por supuesto que no! No tiene nada de malo que Donald Trump quiera diversificarse más aún. No fue malo cuando lo hermanos McDonald idearon expandirse en todo EEUU y luego en todo el mundo. No tiene nada de malo que el Grupo Benavides quiera participar de más y más proyectos mineros. No fue malo cuando Bill Gates ideó que su sistema operativo habite en cada computador de la faz de la tierra. Ni malo cuando Howard Hughes quería ser el dueño de las líneas aéreas estadounidenses. ¡No tiene nada de malo! Lo dudoso o criticable es revestir o disfrazar ese ánimo de lucro con patriotería, identidad o idiosincrasia. No es malo que Gastón quiera expandirse por el mundo y plantar muchas o cada una de sus marcas (Astrid & Gastón, Madam Tusan, Tanta, Panchita, La Mar, Chicha, Los Bachiche, Gringacho, Macambo, Super Chicha, La Macha) en todos los rincones del mundo. El asunto se torna borroso cuando insiste en vendernos la idea de que es un preocupado por el desarrollo del peruano, como si no existiera otra fórmula más allá de la suya para procurar u ocuparse de tal fin. No es malo que tú, Gastón-fan, seas devoto de sus palabritas llenas de ánimo y que quieras ser como él en el futuro, no es malo que sea el autor de la euforia gastronómica que cunde en el país y que cualquiera ahora quiera ser chef (o "cocinero" como dice el propio Gastón tratando de deselitizar el término). Lo malo es hacer ojitos ciegos ante una realidad: Gastón es un hábil mercader, un fenicio de la gastronomía que está construyendo un imperio en base a un concepto que él mismo a creado y que ha resultado mejor de lo que sospechó. Qué es Mistura sino una feria gigante en donde se le vende a peruanos ¡comida que se prepara en sus propias casas o esquinas peruanas! Es decir, la genialidad absoluta: le vende pan al panadero. ¡Y se lo compran!

Cuando Gastón regresó al Perú con Astrid de la mano luego de estudiar gastronomía en Francia, lo primero que hizo fue pedir prestado para montar su propio restaurante. Él mismo ha contado que un tío suyo le hizo un prestamito de $25,000 dólares, como para que no joda sabiendo que nunca iba a ver de regreso esa plata (mis tíos no me han prestado ni 25 lucas, pero los perdono), y con ello y un poquito más, puso su restaurante de COMIDA FRANCESA o por último, gourmet internacional (el primer Astrid & Gastón). Cuando se estaba mosqueando en una Lima posterruca golpeada por la crisis, ¡Zas!, tuvo la epifanía (a lo Masías) de depurar la gastronomía nacional que para aquellas fechas, era casi un secreto nacional debido a una razón muy simple: detrás de cada gran gastronomía, hay un gran país, y el Perú no lo es (aún). Luego vino el programa de TV en canal 11, ¿lo recuerdan? En el cual se hizo evidente algo que no se compra en la esquina: es carismático, tiene ángel, no parece pituco, no habla como pituco, es un gordito simpaticón, dan ganas de pellizcarle los cachetes. Y ya estuvo. De allí al programa en PlusTv (que estoy seguro que recibe mucha plata de la Corporación Acurio por la manera cómo ha sostenido al aire los programas de Gastón a lo largo de los años) y logra pegar con Aventura Culinaria. Qué es Aventura Culinaria: pues Gastón recorriendo Lima y legitimando huariques y fondas ¡que todos ya conocíamos! Va Gastón a tu local, unge su cetro sobre tu comedor, hace ¡Hum! y listo, para el día siguiente triplicarás tus comensales. El gordito simpaticón did it again.

Reto a cada uno de sus defensores y acólitos a ir a la Casa Moreyra y saborear su menú degustación, tirándose por cabeza la friolera de 300 soles, en promedio. Si no me creen lean a Ignacio Medina³, que en dos artículos (¡Jesús, qué precios! y ¡Jesús, qué precios! 2) versa sobre el tema. Dicho sea de paso, tuve la mala fortuna de ver un reportaje sobre el Astrid & Gastón de la Casa Moreyra. Nunca vi tanta cachetada a la pobreza. Cada uno de sus platos (el menaje) ha sido "diseñado" —yo diría esculpido— por un artista peruano, entonces ves platos emulando piedras, animales, es decir, la Forma sobre el Fondo. ¡Absolutamente ridículo! "Aquí se compra una experiencia", dijo Gastón con los cachetes rosaditos. No quiero ser mala onda pero una vez leí una columna de Cucho Peñaloza (que ya no está en la web) en la que narraba su decepción de Gastón cuando en el primer Mistura le oyó decir delante de otro amigo: "Hoy no me salvo de tener que firmarle autógrafos a la indiada". "Ese día" —apuntaba Cucho— "se me cayó Gastón Acurio". No lo creí cuando lo leí por primera vez. Ahora lo creo. No digo que sea un racista, sino que tiene las cosas muy claras, su propósito primario no es la "peruanidad", es trascender mundialmente con una marca bajo el brazo: la comida peruana.

Y dicho sea de paso para terminar de atentar contra el "orgullo gastronómico" nacional. Cuando Iván Thais rajó de la comida peruana por lo pesada que era (tal como la mexicana), Gastón lo ninguneó apuntando: "No lo conozco". Ojo al piojo. Si yo les preguntara cuáles son las gastronomías más conocidas del mundo, inmediatamente me responderán: la italiana, la china, la francesa, la mexicana, la tailandesa, etc. Les vuelvo a preguntar, qué hay detrás de esas comidas, como dije antes, grandes países, con identidad, con cultura, con folklore, con arraigo en el mundo. Gastón propone hacerlo al revés: ser un gran país por tener una gran gastronomía. Lo siento mucho, señores, eso nunca funcionará. Primero debemos ser una gran nación, unificada, cultivada, racional, progresista, ordenada, igualitaria; y luego, recién y por sí sola, nuestra gastronomía influirá en el mundo como consecuencia de. Me harté del discurso de Gastón, de sus adornos grandilocuentes, de su billetera gorda, de que salga a hablar en la tele de igualdad y por lo bajo está realmente preocupado por que su último local en Barcelona o Santiago de Chile cumpla con la fecha de apertura. No más. Que se deje de pavadas y que se dedique a lo que sabe hacer: negocios. Que no siga izando la bandera de la peruanidad para cometer sus fines. Que de peruanidad me hable Marino Morikawa⁴, quien siendo nisei es un peruanazo que vale oro, ¡un auténtico valor! Que de gastronomía me hable Teresa Izquierdo (qepd), Humberto Sato, Pedro Solari o Javier Wong, cuyos propósitos no fueron el lucro inmisericorde sino preservar recetas, mejorar técnicas, sostener la cultura culinaria nacional. Que de desarrollo me hable Hernando de Soto u Óscar Ugarteche (que se tuvo que ir a México porque aquí nunca hubo plata ni apoyo a sus investigaciones). Que el mercader me hable de negocios, que me enseñe a emprenderlos y hasta allí no más. Que no me vendan gato por liebre. Que no creo más en Gastón Acurio.

—Javier Llasol

------------------------

1 Mi Problema con Gastón Acurio, por Gustavo Faverón
https://lamula.pe/2012/02/04/mi-problema-con-gaston-acurio/gustavofaveron/

2 Así fue la inauguración de Astrid & Gastón en la Casa Moreyra
http://elcomercio.pe/economia/negocios/asi-fue-inauguracion-astrid-gaston-casa-moreyra-noticia-1711104

3 Lima: ¡Jesús, qué precios!
http://sudamericahoy.com/pais-peru/lima-jesus-que-precios/

4 Conoce al científico que descontaminó gratis una laguna natural
http://elcomercio.pe/lima/personajes/conoce-al-cientifico-que-descontamino-gratis-laguna-natural-noticia-1733244